Hay aves que tienen un hábitat muy reducido. Un caso muy particular es el Junco Paramero (Volcano Junco, Junco vulcani). Esta ave gusta de vivir en zonas altas y frías por encima de los 2700 msnm. Se le puede encontrar en forma común, por ejemplo, en las cercanías del Volcán Irazú, el Volcán Turrialba y en el Cerro de la Muerte. Tiene también una distribución muy limitada, pues se haya solamente en tierras altas de Costa Rica y el oeste de Panamá.
Normalmente se le observa buscando alimento en el suelo y en arbustos bajos. Se alimenta de insectos, arañas, bayas y semillas. El adulto tiene un característico iris amarillo con un sombreado oscuro cerca los ojos y forma rechoncha.